El Balseadero


Un nombre interesante para un viejo paraje del pueblo de Amacuzac, el cual parece un corredor o callejón, donde la copa frondosa de los ahuehuetes alineados a lo largo de la cuenca, provee un ambiente permanente de frescura. Originalmente se trata de una especie de embarcadero, ubicado muy cerca del punto conocido como “la poza”. Con el tiempo, algunas familias se asentaron al margen del río, formando lo que ahora se conoce como “El Balseadero”, pero… ¿a qué se debe este nombre?

El Balseadero, Colección Domínguez-Brito

En tiempos de la Colonia el río Amacuzac representaba una barrera natural y un peligro para los viajeros y comerciantes, que vía terrestre transitaban desde el puerto de Acapulco hasta la Ciudad de México. En ese entonces, tanto el caudal como la profundidad del río, eran tan considerables que resultaba necesario cruzarlo en balsa. 

La chalana, Colección Domínguez-Brito

Los mercaderes de la nao de Manila, como se solía llamar a la flota de galeones españoles que cubrían la ruta comercial Manila – Acapulco - Manila, debieron utilizar por muchos años una vieja balsa la cual fue construida por los lugareños desde inicios de la Colonia que parece haber permanecido hasta principios del siglo XX. De esta forma la mercancías traídas desde el archipiélago filipino, llegaban al puerto de Acapulco y de ahí debían pasar por diversos puntos en una travesía interrumpida en este punto por el cauce del Amacuzac. Entonces subían a una especie de “panga” o lanchón, localmente llamado también "chalana" el cual tirado por cuerdas les permitía cruzar el río en forma segura.

La nao (del latín navis) o nave, en voz catalana “nau”, empezó a operar en la costas del pacífico mexicano, “a partir del 3 de octubre de 1565, cuando entró en Acapulco el primer galeón, al mando de fray Andrés de Urdaneta”[1]. Por su comercio con el oriente se le llamó también nao de China y su servicio se vio interrumpido en 1815 por la guerra de Independencia. El libro de providencias de 1810, del archivo eclesiástico del lugar, hace alusión a los “pobres comerciantes” de la nao que durante esos tiempos fueron atacados y robados por los insurgentes.



[1] Carrera Stampa, Manuel, La Nao de la China, Fecha de publicación 23 de mayo de 2012, El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, http://aleph.academica.mx/jspui/handle/56789/29411,Revista
ISSN:0185-0172

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